jueves, 5 de agosto de 2010

EL DISPARO

Un disparo perturba el incesante silencio
De una madre y su hijo en el cielo
Apenas vira la mirada hacia el televisor
Y se esconde la luna que ayer desveló
La imagen pura de dos estrellas muriendo.
La noche se da por vencida
cuando ya ha tenido saciado el aire
que acaricia la sangre en el suelo

Las luces encerradas opacan las miradas
Y no nos cambia el dolor
Y no nos cambia el verdor

Entonces di con un cuerpo
Y otra vez soñé
Y bebí el vacío
Como un jardín inmenso e iluso
En una mansión
Las voces me llamaban
Y era yo
La niebla y El Espectro errante

Sobreviví el invierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario